lunes, 11 de enero de 2016

La literatura y yo en clase

Una vez finalizado el primer semestre del Máster y la asignatura de Didáctica de los textos literarios, puedo porfin respirar y reflexionar sobre todo lo que he aprendido en esta asignatura. Realmente ha sigo bastante duro, trabajo constante y dedicado cada semana, pero ha dado sus frutos. 

En esta asignatura no solo he aprendido que la literatura y el arte se puede incorporar sin ningún problema en el aula de ELE, sino que también he aprendido una nueva faceta mía. Durante el transcurso de la asignatura, hemos tenido que realizar propuestas didácticas de cómo trataríamos un texto literario en un aula de ELE. Al principio estaba un poco asustada porque nunca había hecho algo así y creía que tener que vincular un texto literario a los objetivos lingüísticos de una clase de lengua extranjera sería realmente complicado. Sin embargo, una vez finalizada la asignatura, me he dado cuenta de que he disfrutado realizando estas propuestas didáctica. De hecho, soy más creativa de lo que creía. Además, trabajar un texto literario en un aula de lengua extranjera me parece una idea magnífica porque no hay lengua más pura y natural que los pensamientos de una persona escritos en un papel. Es, además, una muy buena forma de tratar cultura en clase, que en ocasiones se nos olvida de lo ligada que está a la lengua. 


Esta imagen es una fotografía que saqué del Laberinto de Horta, cerca de nuestra facultad, donde realizamos la última clase del semestre. En esta salida tuvimos que escoger un tema que pudiéramos tratar en este parque y proponer un texto que estuviera relacionado, junto con una propuesta didáctica para llevarla a un aula de ELE. En mi caso, escogí la mitología griega, en concreto a Dánae. En esta salida pude ver que  no solo podemos trabajar a partir de un texto literario, sino que también podemos trabajar a partir de un cuadro o una escultura. Con esto no solo buscamos que los estudiantes amplíen sus conocimientos culturales y lingüísticos, sino que también buscamos que sean creativos y trabajen desde el "yo", desde sus sentimientos y sus intereses. 

Ahora solo me queda esperar a tener un aula en la que pueda poner en práctica todo lo que he aprendido en esta asignatura. También espero que las asignaturas de este próximo semestre me puedan ofrecer tanto como lo ha hecho esta. 


martes, 27 de octubre de 2015

Chunks y estrategias comunicativas

En clase de Adquisición de Segundas Lenguas estamos hablando de chunks y estrategias comunicativas, así que hoy voy a explicar algunos ejemplos que he vivido.

Empezaré por las estrategias comunicativas porque solo recuerdo una. Cuando empecé a estudiar alemán, recuerdo que me confundía mucho la palabra "hora", porque dependiendo del contexto podía traducirse como "Stunde" o como "Uhr". El caso es que en una clase recuerdo no saber muy bien qué palabra tocaba en ese contexto y decidí parafrasear y decir "60 minutos" en vez de "una hora". Quedó un poco extraño pero como lo que dije no era incorrecto, el profesor no me dijo nada. 

En cuanto a los chunks, tengo unos cuantos que comentar. Doy clases de inglés en una academia a niños muy pequeñitos y siempre nos dicen que cuando hagamos una pregunta los niños deben responder con toda la frase completa. Es decir, si pregunto "Do you like cake?" Ellos deben responder "Yes, I do". Un día en clase una niña de cuatro años me preguntó cómo me llamaba y dije simplemente "Diana" y ella, con toda la razón del mundo, me dijo "No, lo has dicho mal, tienes que decir My name is Diana". Para ella, este "my name is..." es un chunk, ya que no puede escribir ni leer, pero se ha aprendido que cuando te preguntan tu nombre la respuesta correcta es esa, aunque no sepa realmente el significado de cada palabra por separado. 

Otro chunk que he vivido muy de cerca es el "y yo que sé". Hablando con mi hermana, que tiene castellano como lengua materna, me di cuenta de que en lugar de decir "y yo que sé", decía "yñóquese", todo junto y con ñ. ¿Cuántos años tiene? 17, y esto lo descubrí hace 3 años. Mi hermana nunca se había puesto a analizar ese chunk, simplemente lo escuchaba y lo repetía en los contextos adecuados. Nunca tuvo la necesidad de escribirlo porque se trata más en lenguaje oral. Cuando le comenté lo que realmente debía decir se sorprendió y por fin le vio el sentido a esa frase. 

Finalmente, comentaré un chunk propio. Mi pareja nació en Guyarat, un estado de la India, y cuando hablaba con sus padres en gujarati, al despedirse siempre decía algo que a mi me parecía "jashri crishna", así que supuse que quería decir "adiós". Hace poco lo vi escrito por primera vez (con alfabeto latino), y vi que realmente era "Jai shree Krishna". El significado literal sería algo parecido a "alaba a Krishna", que es uno de los dioses del hinduismo, pero lo utilizan para despedirse. 


sábado, 24 de octubre de 2015

Kak tebya zobut?


Con esta pregunta empezaba la clase de ruso de Amanda. Es una frase aparentemente indescifrable si nunca has hecho ruso, sin embargo, con la dedicación necesaria, es posible entenderla. Amanda quería demostrarnos que se puede hablar la lengua meta desde el principio. ¿Y nos convenció? Pues sí, al menos a mi me convenció.

¿Es probable que el alumno no lo entienda todo? Sí. ¿Puede que al principio esté un poco desorientado? También, pero si se hace de la manera correcta el alumno irá aprendiendo y comprendiendo poco a poco.

La clase, como decía, empezó con esa pregunta kak tebya zobut? Claro, al principio nos miramos entre todos y pensamos “¿qué quiere ahora?”, pero lo que hizo a continuación fue esencial: puso en ejemplo. Antes de que pudiéramos preguntarle qué quería decir, ella alzó la voz y dijo: “menya zobut Amanda”, mientras se señalaba a ella misma y, seguidamente, volvió a formular la pregunta anterior señalando a una alumna. Aquí, se resume gran parte de la idea que me pareció más importante de la clase. El contexto es esencial en una clase de A1, los alumnos no comprenden nada al principio, pero sí comprenden el contexto, y saben que cuando  viene un profesor nuevo lo primero que hace, o debería hacer, es presentarse. Una vez superado el contexto, ¿qué más es esencial? La ejemplificación. Hay que dar un ejemplo, un modelo de lo que quieres, del objetivo, y esto se consigue con gestos, mímica, movimientos, etc. Obviamente este ejemplo es muy fácil, intentar que un grupo de A1 entienda las instrucciones de una actividad es más complicado. Debemos siempre pensar en cómo explicarlo de una forma que puedan entenderlo, como por ejemplo, haciendo una parte de la actividad con ellos hasta que comprendan qué hay que hacer.

Durante la clase de Amanda pude entenderlo todo. Eso no quiere decir que entendiera cada palabra, ni siquiera sabía cuantas palabras había en las frases que pronunciaba, simplemente entendía lo que quería decir, lo que debíamos hacer, la idea principal. Esto fue gracias al contexto y a la ejemplificación, muy importante sobre todo en las instrucciones de actividades, pero el hablar poco y con frases cortas también era de gran ayuda. Poco a poco, iba asociando las palabras con significado y cuando empezamos a ver palabras y frases escritas lo vi más claro.


Esta clase me ha abierto los ojos sobre la dificultad de enseñar un idioma en niveles muy bajos. Ya no simplemente hay que pensar en qué tratar y cómo, sino en qué gestos hacer, qué ejemplos dar, controlar lo que dices para no hablar demasiado y confundir al estudiantes, etc. Esto es algo que solo la dedicación y la práctica me podrá dar.

lunes, 19 de octubre de 2015

La literatura y yo




Cuando pienso en literatura, esta fotografía en la que salimos yo y mi hermana me viene a la mente. Leer es mi vía de escape en situaciones de estrés. Es una forma de relajarme, de salir de mi vida y meterme en la vida de otro. Cuando pienso en leer, siempre que sea un libro que me guste y disfrute, pienso en un viaje astral, como si saliera de mi cuerpo y me metiese en otro. Además, me gusta leer en sitios así, montañas, playas con poca gente, ríos, etc. Parece que todo se siente mucho más.

Mi viaje con la literatura empezó cuando era muy pequeña gracias a mi madre. Ella leía todas las tardes y para que yo no me aburriese, me daba libros (infantiles) y me hacía leerlos y copiarlos en una libreta. Todavía recuerdo estar copiando la sirenita en el salón de mi casa frente a mi madre leyendo. Con el tiempo, dejé de copiar libros y pasé a simplemente leerlos. Sin embargo, ese no fue el final de mi afán por la escritura. En tercero de primaria empecé a escribir poemas y decidí presentarme al concurso de San Jordi y, por suerte, gané el premió por un poema que escribí que se titulaba “mis sueños”. Un par de años después dejó de interesarme la escritura y me centré en la lectura. 

A diferencia de mis compañeros de clase, me encantaba cuando teníamos que leer libros para las clases de catalán, castellano e inglés. Me gustaba mucho el teatro y la narrativa. Actualmente no tengo muchas preferencias, lo que más leo son novelas. No podría escoger un escritor o una novela favorita.
No sé si es lo normal pero para elegir un libro, voy a la biblioteca y me paso horas leyendo la sinopsis hasta que encuentro alguno que me gusta. No obstante, también suelo leer los mismos libros que lee mi madre, así podemos comentarlos. De hecho, esta es una de las razones por las que me gusta leer, me gusta poder compartir mis opiniones y pelearnos por diferentes interpretaciones de una historia.

domingo, 4 de octubre de 2015

Bienvenidos


¡Hola a todos!

Soy Diana. He creado este espacio para poder ver mi avance en el Máster de Formación de Español como Lengua extranjera que curso actualmente. En este blog subiré mis experiencias más destacadas, así como algunos pensamientos que desee compartir con vosotros o trabajos que considere importantes. Este blog me seguirá durante toda la evolución de esta nueva etapa y después espero poder mirar atrás para observar cómo he cambiado.

¡Gracias por leerme!